El vino es toda una expresión artística, desde su creación hasta el momento en que se consume. Cada proceso relacionado con esta bebida tiene sus trucos. Es por eso que te comparto estos tips para saber si un vino está en condiciones de servirse o no, y la forma más fácil de saberlo es a través de los sentidos.
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Vista:
Si observas que está denso, turbio, no transparente, es señal de que el vino está pasado. Al igual si notas que el corcho está seco, se rompe o está perforado, así como presencia de moho, quiere decir que el corcho no estuvo en contacto directo con el vino, como debe de ser.
Oído:
Los vinos que no están en buenas condiciones, al abrirlos hacen un ruido, tipo el de la champaña, sin serlo; señal clara de que por ningún motivo debe servirse.
Olfato:
Los olores tipo a vinagre, amoniaco o humedad, son indicios de un vino pasado. También se relaciona con olores químicos, como el de cerillo quemado. Si te pasa alguna de estas opciones, no sirvas ese vino.
Gusto:
Sabores químicos, acartonados o avinagrados, así como a fruta en descomposición, señal inequívoca y contundente de un mal vino.
Como puedes notar, existen varias maneras para saber si un vino debe servirse o no. Recuerda que como anfitrión, antes de servir el vino a tus invitados, debes probarlo fuera de la mesa para así darle visto bueno a la opción que piensas servir.
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